Víctor ha desarrollado un estilo muy personal, llevando el liquid blackwork a un nivel increíblemente original. Le encanta cuando los clientes le dan total libertad creativa, lo que le permite realizar piezas verdaderamente asombrosas. Lleva dos años con nosotros en el estudio, y no podríamos imaginarnos sin él. Su buen rollo y su tranquilidad contagian a todo el equipo.